EL TEATRO
El término teatro procede
del griego theatrón, que puede traducirse como
el espacio o el sitio para la contemplación.
El teatro forma parte del grupo de las artes escénicas. Su desarrollo está
vinculado con actores que representan una historia ante una audiencia. Este arte, por lo tanto,
combina diversos elementos, como la gestualidad, el discurso, la música, los
sonidos y la escenografía.
Por otra parte, el concepto de teatro se utiliza para nombrar al género de la literatura que
abarca aquellos textos pensados para su representación en escena, y también al edificio donde se
representan las piezas teatrales.
Por ejemplo: “Un autor argentino recibió un
importante premio por
una obra teatral en Eslovenia”, “Te propongo que mañana vayamos
al teatro”, “Mi sueño es ser actor de
teatro y vivir de mi arte”.
La práctica teatral
está formada por un todo que no puede dividirse. Es posible, sin embargo,
distinguir tres elementos básicos, como el texto (aquello
que dicen los actores), la dirección (las
órdenes que dicta el responsable de la puesta en escena) y la actuación (el proceso que
lleva a un actor a asumir la representación de un personaje).
A estos componentes se pueden sumar otros elementos muy importantes, como el
vestuario, el decorado o el maquillaje.
Cabe destacar que quienes escriben obras de teatro son conocidos como dramaturgos,
aunque la definición específica del término hace referencia al escritor de
dramas o de teatro dramático.
Breve historia del teatro
Los orígenes históricos del teatro están
asociados a la evolución de los
rituales relacionados con la caza y con la recolección de frutos y
alimentos propios de la agricultura, que desembocaron en ceremonias dramáticas a
través de las cuales se rendía culto a las divinidades. Estos rituales también
sentaban y reflejaban los preceptos espirituales del grupo social.
De todas formas, fue recién en la Grecia
Clásica, cuando esta idea religiosa fue llevada a la perfección. Se
crearon entonces las representaciones teatrales, donde la coreografía, la
música, la recitación y el texto formaban un equilibrio inigualable. Entre los
fundadores del teatro tal cual hoy lo concebimos se encontraron los creadores de
las tragedias, tales como Esquilo, Sófocles y Eurípides, y de la comedia,
género del que siempre ha resaltado Aristófanes.
En dicha época tanto comedia como tragedia permitía expresar ideas políticas,
sociales y religiosas, necesarias para entender el tiempo en el que se vivía.
En el Antiguo Egipto (a
mediados del segundo milenio antes de Cristo),
por ejemplo, solían representarse dramas con la muerte y la resurrección en Osiris.
Ya por entonces se utilizaban disfraces y máscaras en
las dramatizaciones.
A partir del Siglo XVI el
teatro comenzó a alcanzar una gran popularidad en todo el mundo, surgiendo
carros ambulantes que ofrecían espectáculos teatrales y anfiteatros creados con
el mismo fin. En este período surgió el teatro nacional, que intentaba mostrar
valores y elementos populares realzando la importancia de lo relativo a la
patria. El español ocupa un lugar importante en
este tipo de teatro y en él destacan las figuras de Lope de Vega, Tirso de
Molina y Calderón de la Barca. También en Inglaterra
y Francia el teatro popular cobra gran importancia donde destacaron
las obras de Shakespeare y de Corneille, Racine y Molière, respectivamente.
De este modo, el teatro es una de las disciplinas artísticas que puede
identificarse con el tiempo en el que vive. Las obras teatrales responden
al período en el que fueron creadas y permiten conocer a fondo los aspectos
sociales, culturales y políticos que rodeaban la vida de su autor.
Algunos nombres imprescindibles en el teatro
Entre los autores que más han aportado al teatro se encuentra William Shakespeare. Nació el 25
de abril de 1564 en el Reino Unido y se dedicó a escribir obras de teatro y poesía, además era actor.
Su vida ha sido puesta en entredicho en más de una ocasión, sobre todo su
sexualidad, sus ideas religiosas e incluso la autoría de sus obras. De todas
formas, no existen pruebas que permitan saber si dicho rumor es verdadero, así
que de momento es Shakespeare uno de los autores teatrales de mayor prestigio.
Entre sus obras destacan “Hamlet”, “Romeo y Julieta” y “Otelo”.
Lope de Vega es conocido como uno de los
autores de teatro español más importantes de la península. Se cree que compuso
más de 1.400 comedias y unas tantas tragedias. Sus obras se caracterizan por
una originalidad poco común en su tiempo (rechazó el modelo clásico impuesto
por los griegos), ofreciendo un teatro con carácter puramente nacional.
Además rompió con los esquemas aristotélicos que dividían al teatro en comedia
y tragedia y en sus obras fusionó ambos estilos consiguiendo un estilo
absolutamente nuevo y único. En sus obras se resalta el honor del pueblo, de
los viejos y los campesinos, por mencionar algunas: “El mejor alcalde”, “Fuenteovejuna”,
“El villano en su rincón”, “La estrella de Sevilla” y “El Caballero de Olmedo”.
Entre los autores teatrales franceses destacan Jean Racine y Molière.
Jean Racine nació en 1639 y se hizo famoso
rápidamente con su tragedia “Andrómaca”. Posteriormente escribió
“Británico”,”Mitrídates” y “Fedra”, entre otras. Se dice que con Racine la
tragedia con un estilo clásico alcanzó su mayor esplendor, muchos críticos lo
mencionan como el autor teatral por excelencia. Sus obras se caracterizan por
presentar una acción clara y sencilla donde los acontecimientos son
consecuencia inevitable de las pasiones de los personajes.
Molière, por su parte, nació en 1622 en
Francia y fue un hombre entregado al teatro con toda el alma. Recorrió el país
junto a una compañía teatral realizando labores de autor, actor y director
durante más de 15 años. Se caracterizó por ser un hombre con capacidades
innatas para el teatro, con una imaginación y una fuente inagotable de
ocurrencias, que le permitieron gozar de gran popularidad, manteniendo a su público siempre alerta, pendiente de nuevas buenas
representaciones teatrales, donde se les aseguraba la risa y el goce detrás de
personajes irónicos pero sin escaparse del todo del realismo. Entre sus obras
más famosas se encuentran “El misántropo”,”Don Juan” y “El enfermo imaginario”.
Cuando se lo nombra, se habla del universo de Molière, sumamente rico y realista, mejor que el que
cualquier autor haya podido crear jamás.
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